¿Alguna vez has probado un postre que te transporta directamente a un bosque lleno de frutos silvestres? Eso es exactamente lo que hace el Crumble de Múrmuras. Este delicioso postre combina la dulzura de las mûres (moras) con una capa crujiente y dorada que simplemente enamora. Recuerdo la primera vez que preparé este crumble: fue para una cena familiar, y todos quedaron tan encantados que ahora se ha convertido en una tradición cada vez que nos reunimos.
Un poco de historia sobre el Crumble de Múrmuras
El crumble es un postre típico británico que surgió durante la Segunda Guerra Mundial. En aquel entonces, los ingredientes para pasteles eran escasos, así que las amas de casa buscaron alternativas más simples pero igual de deliciosas. El resultado fue el crumble, una mezcla de frutas cubierta por migas de masa crujiente. Con el tiempo, esta receta se popularizó en todo el mundo, adaptándose a diferentes frutas como manzanas, frambuesas o, en este caso, múrmuras. Me encanta cómo esta receta conecta generaciones y culturas a través de su sencillez y sabor.
¿Por qué te encantará esta receta?
Preparar este Crumble de Múrmuras es como hacer magia en la cocina. Es fácil, rápido y el aroma que llena tu hogar mientras se hornea es simplemente irresistible. Además, puedes personalizarlo según tus gustos: añadir especias como canela, incorporar frutos secos o incluso servirlo con helado para un toque extra de indulgencia. Es perfecto para quienes buscan algo dulce pero no quieren pasar horas en la cocina.
Ocasiones ideales para preparar este postre
Este crumble es ideal para cualquier ocasión. Ya sea una cena romántica, una reunión familiar o simplemente un día en el que necesites consentirte, este postre siempre será bienvenido. También es una excelente opción para eventos casuales, como un brunch o una merienda con amigos. ¿Sabes qué? Una vez lo llevé a una fiesta de cumpleaños y todos pidieron la receta al final de la noche.
Ingredientes para el Crumble de Múrmuras
Para la capa de múrmuras:
- 500 g de múrmuras frescas o congeladas
- 100 g de azúcar
- 1 cucharada de jugo de limón
- 1 cucharada de maicena (opcional)
Para el crumble:
- 150 g de harina
- 100 g de azúcar en polvo
- ½ cucharadita de canela (opcional)
- 120 g de mantequilla fría, cortada en cubos pequeños
- 50 g de avena en hojuelas (opcional)
Opciones de sustitución
Si no encuentras múrmuras, puedes usar otras bayas como arándanos o frambuesas. Para una versión sin gluten, sustituye la harina común por harina de almendra o avena. Si prefieres reducir el azúcar, prueba con edulcorantes naturales como stevia o miel. La mantequilla también puede ser reemplazada por margarina vegetal si deseas una opción vegana.
Paso 1: Preparar la capa de múrmuras
Comienza precalentando el horno a 180°C y engrasando ligeramente un molde para hornear. En un tazón grande, mezcla las múrmuras, el azúcar, el jugo de limón y la maicena si decides usarla. Verás cómo las múrmuras comienzan a soltar sus jugos y brillar, prometiendo un sabor dulce y ácido que complementa perfectamente la textura crujiente del crumble. Vierte esta mezcla en el molde y reserva.
Pro tip: Si usas múrmuras congeladas, no es necesario descongelarlas; esto ayuda a mantener su forma durante la cocción.
Paso 2: Preparar el crumble
En otro tazón, mezcla la harina, el azúcar y la canela. Añade la mantequilla fría y trabaja la mezcla con tus dedos hasta obtener una textura arenosa con pequeños grumos visibles. Es como jugar con arena de playa, ¡pero mucho más delicioso! Si quieres darle un toque especial, agrega hojuelas de avena para una textura más rústica.
Paso 3: Armar y hornear
Esparce uniformemente la mezcla de crumble sobre las múrmuras. Hornea durante 35-40 minutos, hasta que la parte superior esté dorada y las frutas burbujeen. Observar cómo el crumble se dora en el horno es casi tan satisfactorio como probarlo después.
Pro tip: Para un toque adicional, espolvorea algunas almendras fileteadas o nueces picadas sobre el crumble antes de hornear.
Paso 4: Servir
Deja que el crumble se enfríe un poco antes de servirlo. Puedes disfrutarlo tal cual o acompañarlo con crema batida o una bola de helado de vainilla. Cada bocado es una explosión de sabores que seguro te hará sonreír.
Tiempos de preparación
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Tiempo de cocción: 35-40 minutos
- Tiempo total: 50-55 minutos
Secreto del chef
Para un crumble más fragante, añade una pizca de ralladura de limón a la mezcla de frutas. Esto realza el sabor natural de las múrmuras y le da un toque cítrico refrescante.
Dato curioso
Las múrmuras no solo son deliciosas, sino que también son ricas en antioxidantes y vitaminas. Así que, además de disfrutar de un postre delicioso, también estás cuidando tu salud.
Equipo necesario
- Molde para hornear
- Tazones grandes
- Espátula o cuchara de madera
- Horno
Almacenamiento
El Crumble de Múrmuras se conserva bien en el refrigerador por hasta 3 días. Guarda las sobras en un recipiente hermético para mantener su frescura. Antes de servirlo nuevamente, caliéntalo en el horno o microondas para recuperar su textura crujiente.
Si planeas prepararlo con anticipación, puedes armarlo completamente y guardarlo en el refrigerador hasta por 24 horas antes de hornearlo. Esto es perfecto si tienes invitados y quieres minimizar el trabajo el día del evento.
Para almacenarlo por más tiempo, congela el crumble ya horneado. Simplemente envuélvelo en papel film y guárdalo en el congelador por hasta un mes. Cuando quieras disfrutarlo, descongélalo en el refrigerador y recalienta en el horno.
Consejos y recomendaciones
- No mezcles demasiado la masa del crumble; queremos que quede arenosa y con grumos.
- Asegúrate de que la mantequilla esté muy fría para lograr una textura crujiente.
- Experimenta con diferentes especias como jengibre o nuez moscada para darle un toque único.
Ideas de presentación
- Sirve el crumble en tarros individuales para una presentación elegante.
- Decora con hojas de menta fresca para un toque de color.
- Acompaña con una salsa de caramelo casero para impresionar a tus invitados.
Recetas alternativas más saludables
Si buscas opciones más ligeras, aquí tienes algunas ideas:
- Versión sin gluten: Usa harina de almendra en lugar de harina común.
- Versión vegana: Sustituye la mantequilla por margarina vegetal y el azúcar por jarabe de arce.
- Versión baja en azúcar: Reduce la cantidad de azúcar y usa edulcorantes naturales.
- Versión proteica: Añade proteína en polvo a la mezcla de crumble.
- Versión tropical: Cambia las múrmuras por piña y mango.
- Versión con frutos secos: Incorpora nueces, almendras o avellanas para un toque crujiente extra.
Errores comunes a evitar
Error 1: Usar mantequilla derretida
Usar mantequilla derretida en lugar de mantequilla fría puede hacer que el crumble pierda su textura crujiente. Para evitar esto, asegúrate de que la mantequilla esté bien fría antes de mezclarla con los ingredientes secos.
Error 2: Sobrecargar el crumble
A veces, queremos añadir tantos ingredientes que terminamos con una mezcla pesada. Mantén el equilibrio entre los elementos para que cada bocado sea perfecto.
Error 3: Hornear demasiado tiempo
Hornear el crumble por más tiempo del necesario puede quemar la parte superior. Vigila el horno hacia el final del tiempo indicado para evitar sorpresas desagradables.
Preguntas frecuentes
¿Puedo usar múrmuras congeladas?
Sí, las múrmuras congeladas funcionan perfectamente. No es necesario descongelarlas antes de usarlas, ya que liberarán sus jugos mientras se hornean.
¿Qué puedo servir con el crumble?
El crumble combina maravillosamente con crema batida, helado de vainilla o incluso yogur griego para una opción más ligera.
¿Es posible hacerlo sin gluten?
¡Claro que sí! Solo necesitas usar harina de almendra o avena sin gluten en lugar de harina común.
¿Cuánto tiempo dura el crumble?
Puede durar hasta 3 días en el refrigerador si se guarda en un recipiente hermético.
¿Puedo congelar el crumble?
Sí, puedes congelarlo ya horneado por hasta un mes. Solo asegúrate de envolverlo bien antes de guardarlo.
¿Qué otras frutas puedo usar?
Manzanas, peras, frambuesas o arándanos son excelentes alternativas para variar el sabor.
¿Cómo lograr una capa crujiente?
Usa mantequilla fría y no mezcles demasiado la masa. También puedes agregar hojuelas de avena para una textura más rústica.
¿Se puede hacer sin azúcar?
Sí, puedes usar edulcorantes naturales como stevia o miel para reducir el contenido de azúcar.
¿Qué especias combinan bien con este postre?
La canela es clásica, pero también puedes experimentar con jengibre, nuez moscada o cardamomo.
¿Es difícil preparar este postre?
En absoluto. Con solo 15 minutos de preparación y 40 minutos de cocción, es uno de los postres más fáciles y deliciosos que puedes hacer.
En resumen, el Crumble de Múrmuras es un postre que combina simplicidad, sabor y versatilidad. Ya sea que lo prepares para una ocasión especial o simplemente para consentirte, seguro que se convertirá en uno de tus favoritos. Así que, ¿qué esperas? Ponte el delantal y descubre por ti mismo por qué este postre es tan especial.

Equipo
- Molde para hornear
- Tazón grande
- Espátula o cuchara de madera
- Horno
- Tazones grandes
Ingredientes
- 500 g mûrmuras frescas o congeladas
- 100 g azúcar
- 1 cucharada jugo de limón
- 1 cucharada maicena (opcional)
- 150 g harina
- 100 g azúcar en polvo
- ½ cucharadita canela (opcional)
- 120 g mantequilla fría, cortada en cubos pequeños
- 50 g avena en hojuelas (opcional)
Instrucciones
- Precalienta el horno a 180°C y engrasa un molde para hornear.
- Mezcla las mûrmuras, el azúcar, el jugo de limón y la maicena en un tazón grande. Vierte esta mezcla en el molde y reserva.
- Mezcla la harina, el azúcar y la canela en otro tazón. Añade la mantequilla fría y trabaja la mezcla hasta obtener una textura arenosa.
- Esparce la mezcla de crumble sobre las mûrmuras.
- Hornea durante 35-40 minutos hasta que la parte superior esté dorada y las frutas burbujeen.
- Deja enfriar un poco antes de servir. Acompaña con crema batida o helado.
Notas
Para una opción más saludable, utiliza edulcorantes naturales en lugar de azúcar y harina de almendra para una versión sin gluten.
Almacena en el refrigerador por hasta 3 días y recalienta antes de servir para mantener la textura crujiente. Si prefieres hacerlo con anticipación, puedes armarlo y guardarlo en el refrigerador hasta por 24 horas antes de hornearlo.
Este crumble es versátil, así que siéntete libre de experimentar con distintas frutas y especias para adaptarlo a tu gusto.