¿Alguna vez has probado una tarta que te haga sentir como si estuvieras en un picnic primaveral? Pues déjame decirte que esta Tarta Frutal Ligera es justo eso: frescura, dulzura y un toque de elegancia. La primera vez que la preparé fue para una reunión con mis amigas, y créeme, ¡no quedó ni una miga! Lo mejor es que combina una base crujiente de pâte sablée con una suave capa de queso blanco y unas jugosas frambuesas que simplemente enamoran.
Un poco de historia sobre esta delicia
Aunque esta receta tiene raíces francesas (sí, los franceses siempre tan refinados), yo le he dado mi propio toque casero. Tradicionalmente, estas tartas se preparaban con ingredientes locales y sencillos, lo que las hacía perfectas para cualquier ocasión. Hoy en día, hemos modernizado la receta añadiendo texturas y aromas que la hacen irresistible. Por ejemplo, el uso de extracto de vainilla y frambuesas frescas es algo que no puedes dejar pasar.
¿Por qué te encantará esta receta?
Primero, porque es increíblemente fácil de hacer, incluso si eres principiante en la cocina. Segundo, porque es ligera pero llena de sabor, ideal para quienes buscan postres menos pesados. Y tercero, porque su presentación es tan bonita que parece sacada de una revista gourmet. Además, ¿quién puede resistirse a una combinación de frutas frescas y cremosidad?
Ocasiones perfectas para preparar esta Tarta Frutal Ligera
Esta tarta es perfecta para cumpleaños, cenas con amigos o simplemente para consentirte un domingo por la tarde. También es ideal para eventos al aire libre, como picnics o brunches, ya que su frescura combina muy bien con días soleados. ¡Incluso puedes llevarla como regalo a una cena y seguro que serás la invitada favorita!
Ingredientes
- Para la masa sablé:
- 200 g de harina
- 100 g de mantequilla fría, cortada en cubos
- 50 g de azúcar glas
- 1 pizca de sal
- 1 yema de huevo
- 2 cucharadas de agua fría
- Para el relleno de queso blanco:
- 500 g de queso blanco (40 % MG preferiblemente)
- 100 g de azúcar
- 2 huevos
- 1 cucharada de maicena
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- Para decorar con frambuesas:
- 200 g de frambuesas frescas
- 2 cucharadas de azúcar glas (opcional)
- Algunas hojas de menta (opcional)
Opciones de sustitución
- Puedes usar margarina en lugar de mantequilla si prefieres una opción más económica.
- El queso blanco puede ser reemplazado por requesón o yogur griego para una textura similar.
- Si no tienes frambuesas, prueba con fresas, arándanos o moras.
- El azúcar glas puede sustituirse por azúcar normal, aunque el acabado será menos fino.
Paso 1: Preparar la masa sablé
En un bol grande, mezcla la harina, el azúcar glas, la sal y la mantequilla fría con las yemas de los dedos hasta obtener una textura arenosa. Este paso es clave para lograr una masa crujiente y deliciosa. Luego, agrega la yema de huevo y el agua fría, y amasa rápidamente hasta formar una bola homogénea. Envuelve la masa en film transparente y deja reposar en el refrigerador durante 30 minutos. Pro tip: Si notas que la masa está demasiado pegajosa, añade un poco más de harina.
Paso 2: Cocción a blanco de la masa
Precalienta el horno a 180°C con calor giratorio. Extiende la masa y colócala en un molde para tarta de 24 cm. Pincha el fondo con un tenedor para evitar que se infle durante la cocción. Cubre la masa con papel sulfurizado y añade bolas de cerámica o legumbres secas para presionarla. Hornea durante 15 minutos, retira el papel y las bolas, y hornea otros 5 minutos hasta que la masa esté ligeramente dorada. Pro tip: No omitas este paso, ya que asegura una base crujiente.
Paso 3: Preparar el relleno de queso blanco
Bate el queso blanco con el azúcar, los huevos, la maicena y el extracto de vainilla hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Vierte esta mezcla sobre la base de masa precocida y alisa la superficie con una espátula. Hornea a 160°C durante 25-30 minutos, hasta que el relleno esté firme pero aún ligeramente tembloroso en el centro. Deja enfriar completamente antes de continuar. Pro tip: Usa un termómetro de horno para asegurarte de que la temperatura sea precisa.
Paso 4: Decorar con frambuesas
Una vez que la tarta esté fría, distribuye las frambuesas frescas de manera uniforme sobre la superficie. Espolvorea azúcar glas para darle un toque brillante y decora con hojas de menta si lo deseas. Esta parte es donde puedes dejar volar tu creatividad. Pro tip: Si quieres impresionar, usa frambuesas de diferentes tamaños para crear un diseño llamativo.
Tiempos de preparación
- Tiempo de preparación: 30 minutos
- Tiempo de cocción: 40 minutos
- Tiempo de reposo: 30 minutos
- Tiempo total: 1 hora y 40 minutos
Consejo del chef
Para darle un toque extra de crocancia, añade algunas almendras fileteadas ligeramente tostadas sobre las frambuesas. ¡Es un detalle que hace toda la diferencia!
Dato curioso
¿Sabías que las frambuesas son conocidas como «joyas rojas» en algunos países debido a su color vibrante y su sabor único? Además, son ricas en antioxidantes, lo que las convierte en una opción saludable para tus postres.
Equipo necesario
- Molde para tarta de 24 cm
- Batidora eléctrica o manual
- Bolas de cerámica o legumbres secas para cocción a blanco
- Papel sulfurizado
- Espátula
Cómo almacenar esta tarta
La Tarta Frutal Ligera debe guardarse en el refrigerador, cubierta con papel film o en un recipiente hermético, para mantener su frescura. Asegúrate de consumirla dentro de los 2-3 días siguientes para disfrutar de su mejor sabor. Si decides congelarla, hazlo sin las frambuesas, ya que estas pierden su textura al descongelarse.
Para descongelar, simplemente retira la tarta del congelador y déjala en el refrigerador durante unas horas. Las frambuesas pueden añadirse justo antes de servir. Recuerda que la calidad del postre disminuye con el tiempo, así que trata de consumirlo lo antes posible.
Finalmente, si planeas transportarla, asegúrate de colocarla en una caja o bandeja estable para evitar que se mueva o dañe durante el trayecto.
Consejos y recomendaciones
- No sobrecargues la masa con líquidos adicionales; esto podría hacerla demasiado blanda.
- Usa ingredientes frescos para obtener el mejor sabor posible.
- Si prefieres un toque más ácido, añade unas gotas de limón al relleno de queso blanco.
- Decora con moderación para no restar protagonismo al sabor principal.
Ideas de presentación
- Coloca la tarta sobre un plato de porcelana blanca para resaltar sus colores.
- Usa una cuchara de madera o metal para servir pequeñas porciones.
- Añade velas o flores comestibles si es para una celebración especial.
- Sirve acompañada de una bola de helado de vainilla para un contraste irresistible.
Recetas alternativas más saludables
Si buscas opciones más ligeras, aquí tienes algunas ideas:
- Versión sin gluten: Sustituye la harina tradicional por harina de almendra o avena.
- Versión baja en azúcar: Reduce la cantidad de azúcar en el relleno y usa edulcorantes naturales como stevia.
- Versión vegana: Cambia el queso blanco por tofu sedoso y utiliza aceite de coco en lugar de mantequilla.
- Versión tropical: Reemplaza las frambuesas por trozos de mango y kiwi.
- Versión con nueces: Añade nueces trituradas al relleno para un toque crujiente.
- Versión con chocolate: Decora con virutas de chocolate negro para un toque indulgente.
Errores comunes que debes evitar
Error 1: Usar mantequilla derretida
Uno de los errores más frecuentes es usar mantequilla derretida en lugar de mantequilla fría. Esto puede hacer que la masa pierda su textura arenosa y quede demasiado pegajosa. Para evitarlo, asegúrate de que la mantequilla esté bien fría antes de usarla. Pro tip: Corta la mantequilla en cubos pequeños para facilitar el proceso.
Error 2: Sobrecargar la tarta con frutas
A veces queremos que la tarta luzca espectacular y terminamos poniendo demasiadas frutas. Esto puede hacer que la base se humedezca y pierda su crocancia. Una buena regla es no excederse con las frutas frescas. Pro tip: Escurre bien las frutas antes de colocarlas sobre la tarta.
Error 3: Hornear a temperatura incorrecta
Hornear a una temperatura demasiado alta puede quemar la masa antes de que el relleno esté listo. Por otro lado, una temperatura demasiado baja puede hacer que la tarta quede pastosa. Usa un termómetro de horno para asegurarte de que la temperatura sea precisa. Pro tip: Precalienta siempre el horno antes de hornear.
Preguntas frecuentes
¿Puedo usar otra fruta en lugar de frambuesas?
¡Claro que sí! Las fresas, arándanos o moras son excelentes alternativas. Solo asegúrate de que estén frescas y bien lavadas antes de usarlas.
¿Qué pasa si no tengo extracto de vainilla?
Si no tienes extracto de vainilla, puedes usar ralladura de limón o naranja para darle un toque cítrico. Ambas opciones funcionan muy bien.
¿Cómo sé cuándo el relleno está listo?
El relleno estará listo cuando esté firme al tacto pero aún ligeramente tembloroso en el centro. Esto asegura que tenga una textura cremosa y no seca.
¿Se puede preparar con anticipación?
Sí, puedes preparar la masa y el relleno con un día de anticipación y ensamblar la tarta justo antes de hornearla. Esto te ahorrará tiempo el día de la preparación.
¿Qué hago si la masa se rompe al extenderla?
Si la masa se rompe, simplemente únela con los dedos y aplástala suavemente. El frío ayuda a que se mantenga unida, así que vuelve a refrigerarla unos minutos si es necesario.
¿Es posible hacer esta receta sin horno?
Aunque tradicionalmente se hornea, puedes intentar una versión sin hornear usando galletas trituradas para la base y gelatina para el relleno. Sin embargo, el resultado será diferente.
¿Cuántas calorías tiene cada porción?
Cada porción contiene aproximadamente 250 kcal, lo que la hace ideal para quienes buscan opciones ligeras pero deliciosas.
¿Puedo usar queso crema en lugar de queso blanco?
Sí, el queso crema funciona bien, aunque el sabor será un poco más intenso. Ajusta la cantidad de azúcar según tu gusto.
¿Cómo logro que la masa quede más crujiente?
Para una masa más crujiente, asegúrate de hornearla a blanco correctamente y evita que se humedezca al agregar el relleno.
¿Qué puedo hacer si no tengo molde para tarta?
Si no tienes molde, puedes usar un molde para brownies o incluso un refractario pequeño. Solo ajusta las cantidades según el tamaño del recipiente.
Espero que esta receta de Tarta Frutal Ligera te inspire a cocinar algo especial para tus seres queridos. Con su combinación de sabores frescos y su presentación elegante, seguro que se convertirá en uno de tus postres favoritos. ¡Manos a la obra y a disfrutar!

Equipo
- Molde para tarta de 24 cm
- Batidora eléctrica o manual
- Espátula
- Pesas para cocción a blanco
- Papel sulfurizado
Ingredientes
- 200 g harina
- 100 g mantequilla fría cortada en cubos
- 50 g azúcar glas
- 1 pizca de sal
- 1 yema de huevo
- 2 c.s agua fría
- 500 g queso blanco (40 % MG preferiblemente)
- 100 g azúcar
- 2 huevos
- 1 c.s maicena
- 1 c.c extracto de vainilla
- 200 g frambuesas frescas
- 2 c.s azúcar glas (opcional)
- q.s. hojas de menta (opcional)
Instrucciones
- Mezcla la harina, el azúcar glas, la sal y la mantequilla fría hasta obtener una textura arenosa.
- Agrega la yema de huevo y el agua fría, y amasa hasta formar una bola homogénea.
- Deja reposar la masa en el refrigerador durante 30 minutos.
- Precalienta el horno a 180°C y extiende la masa en un molde para tarta de 24 cm.
- Pincha el fondo de la masa y cúbrelo con papel sulfurizado y pesos.
- Hornea durante 15 minutos, retira el papel y hornea 5 minutos más.
- Bate el queso blanco con el azúcar, los huevos, la maicena y el extracto de vainilla.
- Vierte la mezcla sobre la base de masa precocida y alisa la superficie.
- Hornea a 160°C durante 25-30 minutos, hasta que el relleno esté firme.
- Deja enfriar completamente la tarta.
- Decora con frambuesas frescas, espolvorea azúcar glas y añade menta si deseas.